Las Lineas De Nazca
Son el mudo recuerdo, el mudo vestigio, de una cultura que dejó marcado sobre el desierto pedregoso peruano su inmortal huella…
Se descubrieron con el inicio de la aviación en la zona, hacía 1926. Allí se dispusieron a tomar un avión aquellos pioneros del aire y al sobrevolar la pampa nazqueña comenzaron a divisar el trazado recto, curvo, de figuras como el mono, el colibrí, la araña… De dimensiones colosales, practicadas sobre el terreno…
Aquellos dibujos estaban magistralmente practicados sobre el terreno, pero sólo podían ser vistas del el cielo, desde la tierra la impresión que daban es de simples surcos, simple accidentes en el camino…
Pero… ¿cómo pueden ser vistas sólo desde el cielo? ¿Acaso podían volar aquellos habitantes de Nazca?
Aquello constituyó un misterio, un misterio que tuvo mil y una hipótesis, desde las más ortodoxas a las más extravagantes como el cosmodromo de Erich Von Daniken y sus extraterrestres.
Construir y diseñar las llamadas “Pistas de Nazca” debió suponer un esfuerzo extremo y una precisión casi magistral. Una tarea de sacar todo el material sobrante e ir dejando al descubierto la blanca arena de capas inferiores hasta ir, poco a poco, conformando el dibujo…
La persona que más estudió las pistas de Nazca fue la matemática María Reiche. Persona que se ganó el cariño local y el prestigio internacional. Para ellas las pistas eran un libro astronómico, quizás con fin estacional, para predecir los solsticios y equinoccios, tal vez…
Según María Reiche, aquellos dibujos estarían confeccionando a base de cuerdas que irían marcando poco a poco el camino de aquel dibujo, trazando rectas y curvas perfectas como demuestran los propios “esbozos” nazqueños. Es la única forma pues no se han descubierto ninguna herramienta del pueblo que ocupó aquel árido lugar.
Los dibujos de Nazca serían, según los estudiosos, unas “idealizaciones de las constelaciones”, muy al hilo de lo que pensaba Reiche. Tal vez marcaban direcciones o caminos a otros lugares sagrados o poblacionales…Pero, ¿para ser vistos por quién?
Las últimas hipótesis sobre las líneas, o pistas, de Nazca, dicen que marcan los acuíferos locales… Pero apenas coinciden con los pozos de agua…
El Instituto Andino de Estudios Arqueológicos siguen estudiando el enigmas de Nazca y hallaron unas conchas marinas muy características de zonas ecuatoriales, más al norte. Parece ser que en épocas anteriores el fenómeno de “El Niño” se agudizaba y la corriente era conducida hacía Perú, en la zona de Nazca, arrastrando hasta allí las conchas y otros vestigios del mar de la época… Hace un milenio.
Época en la que, quizás, el clima era más benigno, y el árido desierto quizás no fuera tal… En algo similar a lo que ocurrían en el Egipto de hace miles de años cuando no era un desierto y si un espléndido vergel.
Allí, en Nazca, se han encontrado restos de maíz y semillas, que constituía el sustento de los pobladores del lugar. Cuando llegaba la época de lluvias se identificaban con las conchas merinas y comenzaba el ritual de las cosechas…
Se ha especulado incluso con la simetría de ciertas figuras distantes 40 kilómetros entre si… Y estando en Nazca y sabiendo todo lo anteriormente narrado, contemplando esos surcos en el suelo, sabiendo del conocimiento astronómico y meteorológico, del conocimiento sobre el clima y las cosechas, que pudo haber sido una zona más fértil en otro tiempo…
Planteo desde estas líneas: ¿No podrían ser unas líneas de regadío cuya cosecha iba ofrenda a una constelación o marcaba del territorio de un cacique o propietario?
Sea como fuere no se explica su construcción ni que sólo puedan ser vistas desde el cielo… A partir de ahí todo es un misterio. Muchos lo relacionan con ovnis y sus muestras de aparición en la tierra, pero lo cierto es que todo es muy misterioso y especulante.
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